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En el último domingo de este 2020, más que una predicación o enseñanza, quisimos dar testimonio de lo que Dios ha hecho en nuestra iglesia.
No ha sido un año fácil pero Dios no nos ha dejado; al contrario, pudimos experimentar su bendición. Cuando pones a Dios en primer lugar, El se encargará de todo lo demás. Caminar en fe no es fácil: requiere de sacrificio, entrega, valor, compromiso, obediencia y mucha confianza en que Dios es quien obra. Gracias a todas las personas que han trabajado y apoyado este ministerio. En el 2021 pueden pasar muchas cosas y estamos SEGUROS que COSAS MAYORES VEREMOS
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